jueves, 19 de agosto de 2010

El tiempo se esfuma...

Dios, ya ni me acordaba de esta página, de tantas que tengo.
Pero me la he encontrado y he sabido que por alguna razón, se ha
presentado para que escribiera, para que soltara todo lo ocurrido
desde la última vez que entré aquí.
Y es verdad eso que dicen que el tiempo se esfuma, se evapora, que corre, que
no espera...
Tantas cosas me han pasado desde entonces, que ya no sabría por donde empezar.
Supongo que lo más destacado sería decir, que sí, aprobé segundo de bachillerato,
y sí, la temible selectividad.
No sé si será normal, o si alguien más lo siente, pero me da tanto miedo y a la vez
tanta curiosidad hacerme grande...
En menos de un mes, haré mi nueva ruta, que me llevará a la Universidad,
donde allí me esperarán caras nuevas, desconocidas.
Y me vienen a la cabeza esas preguntas típicas que te taladran el cerebro, ¿Me adaptaré?
¿Haré amigos?¿Les caeré bien?¿Voy a aprobar?¿Voy a salir adelante?
A veces me gustaría ser una niña pequeña, una niña inocente, que vaya donde vaya,
allí estará su madre cogiéndola de la mano, sin sentirse sola o desprotegida ni un sólo segundo.
El tiempo se esfuma, y nadie puede evitarlo.

martes, 13 de octubre de 2009

Me despierto, son las 7, sé que sólo me falta una hora para verte.
Me despierto preguntándome si hoy será el día elegido para hablarte. Tengo miedo.
Parezco una niña estúpida sin parar de mirarte en la hora de clase. Tengo miedo.
Todos dicen que me atreva, que tenga el coraje. Tengo miedo.
Piensan que ésto es tan fácil... pero a mí me mata por dentro. Tengo miedo.
Tengo miedo a lo desconocido, a despertar de este cuento de hadas que me tiene embrujada.

lunes, 5 de octubre de 2009

Sueño con el día en que todo acaba, y se vuelve negro.
Siento que me tengas envidia pero yo no elegí quien soy,
así que muéstrame tu cara, no seas cobarde,
porqué de tu cobardía yo me alimento.

sábado, 3 de octubre de 2009

Querido ser humano...

...¿Por qué te mientes a ti mismo? ¿Por qué no te dejas ayudar?
Esta vida ya es demasiado dura para que vengas tú y me la alborotes más, ¿no ves que sufro yo más?
Me gustaría decirte tantas cosas, pero a veces me tengo que callar, porque me duele tanto... aunque pienses que no es así.
He llegado a un punto que ya no puedo más, y lo que más me duele, es que ya no se que más hacer, si mentirme a mi mismo o decirte la verdad.
Odio esta fase de nuestra vida, odio lo que nos está haciendo, pero lo que más odio es que te quiero tanto, que todo esto me está matando.

Querido ser humano...¿Por qué no me cuentas la verdad?